¿Cómo respirar?

¿Quieres aprender a respirar? nosotros vamos a enseñarte, presta mucha atención.

¿Cómo respirar bien?

Si deseamos tener mayor energía vital y mayor capacidad psíquica, deberemos «aprender» a recargarnos interiormente.

Lo primero que debemos hacer es relajarnos y lo podemos conseguir a través de controlar la respiración.

 

Cómo respirar para llenarse de energía

 

Esperaremos a estar solos sin que nada ni nadie pueda molestarnos. Nos pondremos ropa cómoda, que no nos apriete, y nos quitaremos el calzado para que nuestros pies estén en contacto con el suelo (si hace frío o no nos gusta la frialdad del mosaico podemos usar calcetines, zapatillas cómodas o usar una alfombra).

Abriremos la ventana para dejar entrar la brisa del exterior (en el caso de estás dentro de casa).

Empezaremos a respirar pausadamente, intentando llenar la parte más baja de nuestros pulmones. Respiraremos cinco o seis veces de manera profunda pero sin forzarnos.

Empezaremos a sentirnos con menos tensión, nos llegará un sentimiento de tranquilidad que nos permitirá seguir con el ejercicio.

Nos mantendremos de pie con los brazos caídos a lo largo de nuestro cuerpo. Cerraremos los ojos y respiraremos lentamente.

Volveremos a llenar la parte baja de nuestros pulmones. A medida que cogemos aire, elevaremos los brazos poco a poco hasta tener los brazos en cruz.

Una vez llenos de aire con los brazos en cruz, contaremos hasta tres y empezaremos a vaciar el aire y bajar los brazos lentamente.

Nos concentramos para contar hasta seis mientras cogemos aire y elevamos los brazos, contar hasta tres manteniendo el aire y los brazos en cruz y volver a contar hasta seis mientras soltamos el aire y bajamos los brazos.

Repetiremos la respiración completa unas diez veces.

Para la segunda parte del ejercicio, procederemos a coger aire pero sin elevar los brazos, los mantendremos caídos a lo largo del cuerpo. Una vez llenos de aire, elevaremos los hombros como cuando no sabemos la respuesta a una pregunta. Veremos como podemos coger un poco más de aire ya que estaremos llenando una parte de los pulmones que normalmente no llenamos.

Repetiremos esta parte del ejercicio cinco veces procurando llegar al ritmo de 8, 4, 8, inspirando, manteniendo y espirando.

Cuando podamos hacer los dos ejercicios de forma natural, estaremos preparados para cargarnos de energía con el siguiente ejercicio.

Evidentemente, con los ejercicios mencionados, además de aire también recibimos energía de la naturaleza, pero tal y como veremos en el siguiente ejercicio, hay métodos para incrementar la absorción de la energía con las mismas respiraciones.

Ejercicio de respiración

 

Utilizaremos los mismos ejercicios que en el apartado anterior, pero ya sin necesidad de contar.

En lugar de ello, con cada respiración visualizamos que cuando cogemos aire, entra por nuestra nariz una energía de color blanco azulado, que llena nuestra cabeza y va bajando por nuestro cuerpo hasta llegar al tercer chakra (plexo solar, unos dos centímetros por debajo del ombligo).

 

Es ahí donde se acumula la energía procedente del cosmos. Una de las ventajas de este ejercicio, es que podemos acumular la energía vital para emplearla cuando lo necesitemos. En un momento dado, cuando necesitemos sentirnos más fuertes, podremos recurrir a la energía acumulada en nuestro centro vital.

Al sacar el aire, visualizaremos que los desechos de la energía salen por nuestros pies en forma de humo negro. De esta forma, no solo nos cargaremos de energía sino que también expulsaremos los residuos nocivos de nuestro cuerpo.

Lo ideal es practicar este ejercicio dos veces al día, al levantarse y al acostarse. Si sólo lo podemos practicar una vez, es mejor de noche para facilitar el sueño. Cuando nos sintamos fatigados, irritados, abrumados, melancólicos, etc. intentemos buscar un lugar para practicar este ejercicio. Nos revitalizará y nos permitirá seguir con nuestros quehaceres habituales.