El yoga se refiere a una tradicional disciplina física y mental que se originó en la India. La palabra se asocia con prácticas de meditación en el hinduismo, el budismo y el jainismo.
Según sus practicantes, el yoga otorga como resultado:
¿Qué te aporta el yoga?
- La unión del alma individual con la divinidad (Brahman, Shivá, Kalí, etc.), entre los que tienen una postura religiosa de tipo devocional;
- Percepción de que el yo es espiritual y no material, entre los que tienen una postura espiritualista;
- El bienestar físico y mental, entre los que tienen una postura racionalista (atea o agnóstica).
Según las doctrinas hindúes en las que se asienta el yoga, el ser humano es un alma (yivatman) encerrada en un cuerpo (rupa). El cuerpo tiene varias partes: el cuerpo físico (deja o sharira), la mente (mana), la inteligencia (gña) y el ego falso (ajankara).
Para llevar una vida plena, es preciso satisfacer tres necesidades: la necesidad física (salud y actividad), la necesidad psicológica (conocimiento y poder) y la necesidad espiritual (felicidad y paz).
Cuando las tres se hallan presentes, hay armonía. El yoga es una sabiduría práctica que abarca cada aspecto del ser de una persona. Enseña al individuo a evolucionar mediante el desarrollo de la autodisciplina.
El yoga también está definido como la restricción de las emociones, que son vistas como meras fluctuaciones de la mente. Los seguidores del hinduismo distinguen entre el alma (impasible, sin emociones) y la mente (siempre fluctuante y llena de ansiedades).
El yoga trata de una experiencia mística, que entre otras cosas ayuda a serenar los incesantes movimientos de la mente, conduciendo a un imperturbable estado de silencio mental.
Los vaisnavas (adoradores de Visnú) niegan este concepto, y dicen que no se puede silenciar a la mente, sino que se la debe ocupar en actividades espirituales (ofrecidas a Dios), que al mismo tiempo satisfarían la ansiedad de la misma y la purificarían de los deseos materiales.
El yoga busca llegar a la integración del alma individual con Dios (el Brahman) o con su deidad (avatar). Esa re-unión se llama samādhi, a través de la cual se accede a la liberación (moksha).
Postura de flor de loto.
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